"Cometí el error de defender a un falso inocente", Mariano Rajoy, presidente de gobierno del régimen, hoy en el Congreso.
Rebuscado pero idiota a
la vez. Un falso inocente es un culpable. Rajoy reconoce haber defendido
a un delincuente de nivel similar al de los grandes capos
internacionales del tráfico de drogas.
Cuando Mariano mantenía
conversaciones a través del móvil con Luis Bárcenas, éste ya estaba
imputado por tener cuentas corrientes en paraísos fiscales para evadir
impuestos y lavar dinero negro, y eso es un delito; sin embargo le decía
"Ánimo, Luis"
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