“El problema ha llegado cuando el titular que acompaña las fotos de hombres tocando y arrancando la ropa a mujeres ha dejado de ser ‘Fiesta y gozo’ para convertirse en ‘San Fermín sexista’”,
señala Zurine Altable, integrante de Gora Iruñea, una plataforma que
agrupa a las comisiones fiestas de los barrios, las peñas, colectivos
culturales, feministas euskaltzales, y la Plataforma de Mujeres contra
la violencia sexista de la ciudad, quien critica que al Ayuntamiento le
haya preocupado más la imagen de las fiestas que la constatación de la violencia que enfrentan las mujeres.
Este verano, las revistas vascas Argia y Pikara Magazine y el proyecto de comunicación feminista Cenicientas 3.0 denunciaron
que esas fotos muestran escenas de agresiones sexistas que reflejan que
en las fiestas (no sólo en las de San Fermín) impera un ambiente androcéntrico y violento para las mujeres.
El debate se extendió a todos los medios generalistas, incluidos
aquellos que hasta entonces publicaban las fotos de forma acrítica
dentro de fotogalerías de San Fermín. “La sensación es que todo el mundo
habla de ello y eso es bueno, porque propicia que en la calle se hable de las agresiones más invisibles”,
celebra Elena Lakabe, de Emakume Internazionalistak. Altable coincide
en esa lectura y, “aunque el debate se haya desviado” hacia temas como
el abuso del alcohol o el topless, destaca que “los medios han tenido al movimiento feminista y popular como referente”.