la que esta liando bildu .... ¡Ahora si que Bildu es ETA!
Estos
de bildu no tienen vergüenza. Mira que hacer política con lógica,
llevando las cuentas como se llevan en una casa y no en una casa de
apuestas. Estos liberales de Bildu.... jajaja
El endeudamiento municipal baja un
11% hasta los 390 millones, descendiendo al nivel de 2005. Desde enero
solo Tolosa, Abaltzisketa y Oiartzun han pedido un préstamo para
inversiones, que han tenido que pagar hasta a euribor + 5%
Ni ajuste, ni recorte. Tijeretazo en toda regla. Los
ayuntamientos de Gipuzkoa han logrado situar la deuda que mantienen con
las entidades financieras a niveles similares a los de 2005 tras varios
años en los que la crisis y el desplome de los ingresos habían
multiplicado su dependencia de banco y cajas para acometer proyectos. Ya
sea por seguir los nuevos preceptos de la religión de la austeridad
máxima que imponen los Gobiernos central y foral, por la incertidumbre
sobre los ingresos futuros o por la inalcanzable carestía del crédito,
lo cierto es que en solo seis meses la deuda viva de los 88 municipios
del territorio ha pasado de los 436,8 millones de cierre de 2012 a los
390 a 30 de junio de este año. En otra palabras, el tijeretazo alcanza
los 47 millones, un ajuste titánico que inevitablemente limita las
inversiones y obras en los pueblos guipuzcoanos. Para mostrar de la
manera más gráfica posible el nivel de endeudamiento municipal, si el
año pasado la deuda viva por guipuzcoano era de 624 euros, ahora ha
bajado 66 euros, hasta los 558, muy por debajo de la media estatal de
747 euros.
La realidad es que pocos, muy pocos ayuntamientos
guipuzcoanos se atreven a llamar a las puertas de los bancos y cajas
para pedir un préstamo a largo plazo con el que abordar una inversión de
relevancia en su municipio. El balance de los seis primeros meses
revela de la mejor manera la política conservadora, de contención y
precaución que han tomado los responsables municipales. Hasta el 30 de
junio sólo tres de los 88 ayuntamientos de Gipuzkoa han tramitado una
operación de crédito a largo plazo. Los valientes fueron Tolosa,
Abaltzisketa y Oiartzun, por un importe total de 1.240.000 euros (ver
gráfico adjunto). La realidad es que las dificultades de financiación no
animan precisamente a embarcarse en grandes aventuras. Tolosa, por
ejemplo, contrató su préstamo con Bankoa por un importe de 570.000 euros
a un interés del euribor más un diferencial del 4%.
Kutxabank fue la entidad elegida por Abaltzisketa y
Oiartzun. En el primer caso, el ayuntamiento contrató un préstamo de
70.000 euros a diez años a euribor más 5%, siempre según los datos de la
Hacienda foral. En el caso de Oiartzun, el préstamos de 600.000 euros a
pagar en doce años les sale a euribor más 4,9%.
Bien es cierto que los municipios suelen acelerar para
contratar este tipo de operaciones de crédito a largo plazo en la recta
final del año, pero no lo es menos que el balance de los seis primeros
meses de 2013 es un reflejo fiel de la reducción en picado de este tipo
de operaciones desde hace varios años.
Descenso desde 2011
Si no se acometen inversiones y no se solicita financiación
exterior, inevitablemente la deuda viva de los ayuntamientos del
territorio -sólo se contabiliza la comercial y no se incluye la que se
tienen con los proveedores- desciende. Eso es lo que ha hecho desde el
año 2011. Para observar con más distancia la evolución, si en 2009, tras
el impacto de la crisis, la deuda viva municipal trepaba a los 466
millones de euros, un año después ya alcanzaba los 482 millones. Una vez
hecha cumbre, no ha hecho más que comenzar el descenso. En 2011 ya
bajaba a 465 millones, mientras que en 2012 se cerraba en 436, un
recorte de 29 millones. Sin embargo, el esfuerzo de 2013 está siendo aún
mayor. A 30 de junio, según el fisco, la deuda viva municipal de
Gipuzkoa se situaba ya en 390,5 millones, lo que supone la poda anual
más incisiva desde que comenzó la crisis: 47 millones de euros. En 2007,
por ejemplo, ejercicio en el que los ayuntamientos se bañaban con los
copiosos ingresos que aún dejaba el boom inmobiliario, la deuda viva de
los ayuntamientos de Gipuzkoa con los bancos y cajas era de 402
millones. Hay que retrotraerse a 2005 y 2006 para encontrar cifras tan
bajas de endeudamiento.
Pese a que puede suponer y lo es todo un ejercicio de
saneamiento, el descenso de la deuda viva es también el ejemplo más
visible de los recortes en inversiones que han realizado los
ayuntamientos en los últimos años, un círculo vicioso que frena la
reactivación económica y del empleo y, por tanto, los yacimientos de
nuevos ingresos. «Es muy difícil acometer obras cuando la recaudación no
acaba de remontar y pocas veces se ajusta a la previsión», coinciden
fuentes municipales consultadas.
Lo cierto es que el grado de exigencia también parece haber
aumentado, al menos sobre el papel. La Diputación ha marcado a los
municipios las líneas rojas con su nueva norma de tutela financiera
municipal. Así, además del déficit cero, exige a los municipios que su
deuda viva sea, a 31 de diciembre de este año, inferior al 95% de los
ingresos corrientes liquidados en 2012.
Sólo aumenta en Abaltzisketa
La realidad es que sólo Abaltzisketa ha aumentado su deuda
viva durante 2013. El préstamo de 70.000 euros solicitado ha triplicado
su endeudamiento de 32.000 a 91.000 euros. El resto de consistorios, con
la excepción de Zumaia y Orendain, que mantiene la de 2012, ha visto
reducir su deuda viva. Deteniendo la lupa en los tres más poblados,
Donostia ha pasado de 197 millones de deuda viva en 2012 a 180 (-9%);
Irun, de 40 a 35 (-13%), y Errenteria, de 19 millones a 16 (-16%).
A la hora de tirar de comparativa y sacar la fotografía más
completa, Donostia sumaría una deuda viva por habitante de 974 euros,
lo que la sitúa muy por encima de la media de Gipuzkoa (558) y de la del
Estado (747 euros). Ahora bien, nada que ver con ciudades como Madrid,
que, según el ministerio de Hacienda, adeuda de media por habitante
2.298 euros. Barcelona, en cambio, ronda los 726,7 euros. ¿Y Bilbao?
Apenas debería 6,1 euros por habitante.
Lo que nadie duda es que en Gipuzkoa también hay
afortunados. La lista de más saneados contempla 13 ayuntamientos que
tienen su deuda viva a cero. Algunos, viejos conocidos como Hondarribia.
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